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Antigrafías del agua; exploración de pluriversos hidrosociales del río Aniene.

Este proyecto se desarrolló durante los meses de septiembre y octubre del 2023, en la Civitela di Licenza, Italia. Lo que me trajo a este lugar fueron mis derivas creativas, las cuales tuvieron cabida en el Festival LaValle, organizado por L’Aquila Reale: Centro d’Arte e Natura di Civitella di Licenza, en el Valle Dell’Aniene. Agradezco infinitamente a Francisco Navarrete Sitja y a Andrés Gallardo Cordero, gestores de L’Aquila Reale, por esta linda temporada.







El Aniene es un río que se encuentra en la región del Lazio, entre el mar Mediterráneo y los montes Apeninos. Su agua es fría y su color denota los sedimentos de los territorios kársticos 1 que arrastra hacia las aguas del río Tevere, del cual es tributario. El mito fundacional del río se basa en el dolor del dios Annio ante el rapto de su hija, el sonido del agua cayendo representa los gritos de Annio ahogado en su búsqueda. Si el dios Annio lograra encontrar a su hija y vengar su secuestro, podríamos imaginar que el río se silenciará, estancando sus aguas y secando el valle.

Geológicamente, las tierras de Annio son formaciones recientes, y se originaron durante la orogenia alpina, un levantamiento continental de finales del periodo cenozoico. Actualmente, fluyendo por los Apeninos Centrales, el Aniene escurre por montañas y suelos blandos, constituidos por los residuos minerales de antiguos animales de caparazón espiral, las amonitas, o ammonoideos, antiguos seres geométricos cuyos restos son parte de la formación actual de los suelos al borde del Mar Medi Terraneum, -el mar en el medio de las tierras-.




Explorando contranarrativas que permitan replantear las relaciones humano-naturaleza, tomé como base la idea de la espiral como una forma-agencia, desde la cual ejecuté una serie de acciones, relatos y estrategias de mediación local. Desde la lentitud y la recursividad (Yuk-Hui) de los seres espirales, encontré un lugar alternativo a la historia lineal que emergue desde las ruinas del Imperio Romano.



Similar a los recubrimientos de las amonitas, los caparazones y huesos de los animales actuales derivan de antiguas secreciones de calcio que ayudaron a la subsistencia de los ancestros que compartimos entre todos los animales. Y tal como en los actuales caracoles, la caparazón espiral es una estructura natural que distribuye eficientemente la energía y la materia. Los animales humanos transportamos dos espirales en nuestro cuerpo; las cócleas, del griego konkhe (κοχλίας), palabra que también deriva en concha y en caracol. En los mamíferos, la forma espiral de la cóclea permite una adecuada vibración del líquido endolinfático, interiorizando el sonido del entorno para dar paso a los impulsos nerviosos interpretables. En cierto sentido, las espirales son un intersticio que recuerda la indivisión entre el mundo y el lenguaje.

Fuera y dentro de mi cuerpo estoy repleto de agua, espirales y lenguaje, dispositivos intermediales que abren mundos. La morfología del cerro y la búsqueda de un espacio céntrico en la altura de la Civitella di Licenza genera un trazado espiral desde el cual se ubican casas y caminos. Los bordes amurallados de las construcciones son ecosistema de otras plantas e insectos, las higueras (ficus carica) se encuentran por todas partes, crecen de manera salvaje y sus frutos son comestibles por los animales humanos.









Exploraciones territoriales-espirales. / Vista en Drone de la arquitectura espiral de la Civitella diLicenza. / Mapa e Hidrografia del Río Aniene.

Estas experiencias orientó mi proyecto para una serie de propuestas de mediación e intercambio basados en la contra-narrativa como espacio conductor para imaginar otros escenarios hidrosociales en un contexto comunitario-relacional, generando (1) una acción gráfica de diálogo comunitario en Civitella de Licenza, Licenza, Tivoli, Estación de Trenes de Mandela y Roma y (2) un espacio relacional titulado como “Pluriversi Idrosociali Dell’Aniene, gioco narrativa territoriale multiplo - Pluriversos hidrosociales del Aniene, juego de narrativas territoriales múltiples.

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Acciones gráficas >

Se diseñaron una serie de posters basados en la hidrografía del Aniene, en la recursividad espiral, y en la antigrafía de mitos locales dibujadas como frames de una animación.







Pluriversi Idrosociali Dell’Aniene, gioco narrativa territoriale multiplo >


Utilizando la gráfica impresa y multimedia como un hilo conductor, esta instancia contó con un tablero y una serie de fichas y videos que iban marcando la pauta de la dinámica para explorar narrativas-otras dentro del Aniene. Así mismo, los espacios se marcaron con conchas de caracoles locales, explorando el endemismo y la cultura tradicional neolítica europea, la cual tiene la concha como una geometría sagrada.













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Según las investigaciones de Marija Gimbutas citadas por Stefano Panzanara en su libro “Un Antiguo Futuro”, las formas espirales del neolítico europeo no se relacionaban con los caracoles, sino que representaban el enroscamiento de serpientes. En “El Lenguaje de la Diosa”, Gimbutas interpreta una serie de arcillas neolíticas híbridas, serpientes en cuerpos femeninos en un permanente volver a nacer, donde fertilidad, abundancia e incluso inmortalidad toman lugar en el cambio de piel de estos reptiles.

Mientras escribo este texto, una serie de agrupaciones civiles se organizan para firmar el “Contratto di fiume Valle dell'Aniene”, lo cual para mí representa el renacer, la fuerza y la permanencia de un valle co-agenciado entre el agua y los animales humanos. Como una cabeza de la Idra dell Aniene, el L’Aquila Reale también es parte de este pacto. Más abajo, Emanuela Fiorenza -amiga de L’Aquila Reale-, parte de la agrupación Retake Roma, se dedica a limpiar el río en su último tramo, en la confluencia del Aniene con el Tevere. Este tramo ha sido ocupado por ciudadanos bajo la figura de la Riserva naturale Valle dell'Aniene en roma, haciendo actividades de educación ambiental, celebrando festividades como la Sagra de la Miele y haciendo bajadas en rafting en asociación de la agrupación Roma Rafting, lo cual no me deja de recordar a los “Festivales de Ríos Libres” celebrados en Chile. Paralelamente en Tívoli, bajo las cascadas de Villa Gregoriana, y ante la falta de acceso al río, el ciudadano Marco Del Piore decide adquirir un tramo del río, al cual nombraron Valle dell'Inferno.

Ir hacia dentro o hacia afuera. En el libro “La Poética del Espacio”,  Bachelard también volverá a la renovación espiral, donde la imagen del caracol, quien carga su propia casa- geometría, protección y ataúd-,  representa “todas las pruebas del poder de renovación, de resurrección, del despertar del ser”. La lenta salida del animal es un abrirse al mundo, guardando una parte para sí, pero exponiendo el resto de su cuerpo hacia el sol, por que en la espiralidad, la pequeñez del animal se extiende y retrae hacia al infinito. Anne Dufourmantelle en su “Elogio del Riesgo”, también se detendría en las espirales, pero proyectando ciertas advertencias sobre la evasión, apuntando “el futuro jamás alcanzado”, donde inevitablemente se vuelve al resurgimiento del pasado. Pero si el presente se figura como un momento imposible - una quimera-, ¿acaso tiene sentido especular insistentemente sobre el futuro?, cuestión que además se ha vuelto más que recurrente en el campo de las arte. A diferencia de un futuro, estas espiralidades proponen aproximaciones orgánicas hacia los horizontes de posibilidades que tensionan al Aniene. Futuro y pasado pueden estar en otras direcciones, y acá la epistemología occidental no es efectiva. Silvia Rivera-Cusicanqui, socióloga y teórica boliviana difundiría el futuro-pasado aymara; “Qhip nayr uñtasis sarnaqapxañani”, que se puede traducir como “mirando al pasado para caminar por el presente y el futuro”. Para el aymara, el futuro no está por delante, sino por detrás y es una carga que llevamos en la espalda, en cambio, el pasado está frente a nosotros, son nuestras memorias. Como diría Walter Benjamin, el presente es el único “tiempo real”, y creo que gran parte de los semionautas invocados en este texto estarían de acuerdo.






Mi intuición se encausa al encontrarme en las ruinas patrimonializadas de una historia que generó las bases del imperialismo que hemos vivido en Latinoamérica, constituyendo algunas nociones que rompieron la práctica de lo común, posicionando lo humano por sobre el medio que habita. Ahora, en medio de los árboles que plantaron los ancestros de esta comunidad, veo un mundo colectivo de carácter lento, mucho más amable que el dolor de Annio y las proezas de Heracles.




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Gracias a los miembros del Contratto di fiume "Valle dell'Aniene"; Paula Caccavale de “Circolo Legambiente di Tivoli”; Emanuela Fiorenza de “Retake Roma”; Marco Del Piore de Valle dell'Inferno; y Stefano Panzaraza, autor de “Un Antico Futuro” y co-autor de “Terra Racconta, Il Bioregionalismo e l’arte di disegnare le mappe local”.

[ Proyecto financiado por Fondart Nacional 2023, Línea de Circulación Internacional de Contenidos. ]

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