Fisura

Puede cambiarse de ciudad, mas no puede cambiarse de pozo. Este no disminuye y no aumenta. Ellos vienen y van y recogen del pozo. Cuando casi se ha alcanzado el agua del pozo, pero todavía no se llegó abajo con la cuerda o se rompe el cántaro, eso trae desventura.

¿Cómo podría caer libremente, sin explotar este cuerpo? Esta micro-agitación material es todo lo que soporto, con conceptos distorsionados maliciosamente bajo la luz insoportable de las condiciones modernas. Todo se vuelve cada vez mas mínimo y saturado, la cotidianidad reside en esta corrosiva congestión de difícil salida, donde por cada paso que doy me hiero dos veces // En lugar de corazón, tengo un nudo, una cuerda seca, gris, pesada, inagotable y fría //

Me imagino despertando mañana, olvidando, casi siendo otra persona, y estudiando este pasado como si fuera el reportaje sobre el comportamiento de un animal en cautiverio, o la bitácora recuperada de un naufragio fatídico, o mejor aún, una aburrida ficción que no me representa. La estructura emocional del aburrimiento nos atrapa, desarmando la unión de nuestros cuerpxs ante los extensos paisajes que nos acogen // La ciudad como un objeto permanente, de una naturaleza fuerte y mutable, me cobija y limita en su permanente conflicto - la contingencia - la energética y fugaz disputa de las identidades contemporáneas ante la necesidad de emerger dentro de una cultura vertiginosa, nos exponemos ante la inminente caída. ¿Es nuestra época representación de una tragedia ya acontecida, la performance colectiva de un primitivo acto suicida que todos llevamos en nuestro interior?

Cómic autoeditado.
18 páginas / 100 ejemplares,
12 x 16 cms. Páginas interiores en papel bond ahuesado 80g y portadas en cartulina de 240g.
Costura en hilo.
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Impresión en risografía por Ojoporojo, Santiago.