Horizonte de posibilidades
Serigrafía reproducida en @abastoserigrafia / Tres colores sobre papel curious matter de 270 grs, 59 x 50 cms. 25 reproducciones seriadas.
Me desoriento, el paisaje abierto del río es la interfaz de un laberinto subyacente. Miro el cielo a través de mi celular y los reflejos de la luz en el agua, es la caída libre en el entorno anti-vertical, la aceleración expandida de algo que no entiendo.
Lo deseado, lo temido, lo fantaseado, lo digital, se vuelve tangible. Lo tangible, la ruina, el cemento, las aves en el humedal, pueden ser proyecciones.
Regreso de lugares abyectos, fuera del presente. Una parte de mi encarna la nostalgia de un futuro que nunca llegó. Suena el post punk en el espacio transfuturista, es el pasado que no me tocó vivir. El presente es extrañamiento, encerrado acá, solo atino a ser espectador. La ciudad siempre fue lamentable, húmeda y morada. La bruma del pantanos y el gas industrial es el noise gris del presente intangible, una niebla pixelada de sombras tóxicas sin aura que deambulan entre la nube de información basura, modelan un glitch de intenciones estancadas. El día se lagea a las siete de la tarde, es el modelado poético de un paisaje intervenido por el invierno humano, es el murmullo de las sombras, un lamento distorsionado de una intuición lo-fi encriptada en una densa capa de heridas que no logran emerger; “como es adentro es afuera, la zona de sacrificio reside en mi interior”.
Lo deseado, lo temido, lo fantaseado, lo digital, se vuelve tangible. Lo tangible, la ruina, el cemento, las aves en el humedal, pueden ser proyecciones.
Regreso de lugares abyectos, fuera del presente. Una parte de mi encarna la nostalgia de un futuro que nunca llegó. Suena el post punk en el espacio transfuturista, es el pasado que no me tocó vivir. El presente es extrañamiento, encerrado acá, solo atino a ser espectador. La ciudad siempre fue lamentable, húmeda y morada. La bruma del pantanos y el gas industrial es el noise gris del presente intangible, una niebla pixelada de sombras tóxicas sin aura que deambulan entre la nube de información basura, modelan un glitch de intenciones estancadas. El día se lagea a las siete de la tarde, es el modelado poético de un paisaje intervenido por el invierno humano, es el murmullo de las sombras, un lamento distorsionado de una intuición lo-fi encriptada en una densa capa de heridas que no logran emerger; “como es adentro es afuera, la zona de sacrificio reside en mi interior”.
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